Por José Luis B Garza

*Caos en cruces internacionales

*Lo que dura minutos, fueron horas

*Falta de información lo agravó

Obviamente nos referimos a los puentes internacionales de la frontera de México con Estados Unidos.

Desde hace algunos días bajo el argumento de ajustes en el sistema que se utiliza para fiscalizar las exportaciones, kilométricas filas de trailers se armaron en los accesos al puente internacional de Pharr. Lo anterior no sólo fue desquiciante para los transportistas mexicanos, sino que produjo congestionamientos y trastornos en el tráfico dentro de importantes áreas industriales reynosenses circundantes al cruce internacional mencionado. Suponemos qu ocurrió algo similar en otros puntos fronterizos.

Ese fue el preámbulo.

La segunda parte de ese trastorno fronterizo se empezó a dejar sentir al inicio de la semana con la instalación de retenes de la Guardia Nacional para hacer revisiones a cada uno delos vehículos que pretendían cruzar a los Estados Unidos, incluyendo los que disrutan del beneficio del SENTRI.

Para quienes no están familiarizados con el SENTRI (Secure Electronic Network for Travelers Rapid Inspection), les comentamos que es un sistema binacional establecido en el lado americano por Aduanas y Protección Fronteriza  que permite, mediante una serie de requerimientos especiales y un pago accesible por hacer uso de una línea especial para cruzar a los Estados Unidos que permite eludir las ordinarias largas filas de los cruces internacionales.

Pero, además, el usuario de SENTRI debe de pagar a CAPUFE (Caminos y Puente Federales de México) algo así como 6,300 pesos por el uso de ese carril especial por un año, permiso que tiene que ser, consecuentemente, renovado anualmente.

Los retenes mencionados provocaron, sin exageración, este lunes, un verdadero caos en los accesos a puentes internacionales que se extendió al martes.

Quienes usualmente hacen tan sólo unos minutos para cruzar por la línea SENTRI, tradaron varios horas en transitar de un lado a otro de la frontera. 

Peor situación  padecieron quienes utilizaron las vías de acceso ordinarias. Personas de todas las edades, entre niños mujeres y de la tercera edad, imposibilitados para comer, beber agua o llevar a cabo sus funciones fisiológicas durante su permanencia en las largas filas de unidades motrices.

Tuvimos la oportunidad de de ser testigos, pero también afectados por la decisión castrense en el cruce Reynosa – Hidalgo.

Lo mismo ocurrió en el puente de Anzaldúas y, entendemos que a lo largo de toda la frontera se vivió similar situación.

Consecuencias económicas para el comercio de ambos lados de la frontera es otro de los efectos de tal medida, sobre todo porque no hubo aviso previo.

Desde hace tiempo, parafraseando al clásico, si me equivoco corríjanme, no se da una conferencia de prensa por parte de la administración de la Aduana de Reynosa, donde antes de los mandos militares que ahora son titulares estuvo administrada, si se puede llamar así, por cuestionados funcionarios.

Un oportuno aviso hubiera evitado una molestia mayor a los miles de personas que decidieron cruzar a México el pasado fin de semana, muchos de ellos aprovechando el feriado “Día de los Presidentes” que se celebró en la Unión Americana.

El mejor ejemplo lo da la misma Presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Defensa, quienes cuando es requerida la adopción de una medida extraordinaria en el ámbito de la competencia militar se da a conocer y, cuando esto no ocurre, se brinda una explicación de lo acontecido.

Las consecuencias son enormes para la economía fronteriza mexicana y la estadounidense. Cientos de miles o millones de consumidores, si se toma en cuenta que muchos los hacen repetidamente, cruzan al mes en ambos sentidos para adquirir productos diversos o hacer usos servicios de toa índole que representan el sustento económico de empresas de todas las dimensiones en ambos lados de la frontera.

De nuevo, de manifiesto la incomprensión, por no decir desconocimiento, de la problemática fronteriza, y eso aplica, por lo visto, para las autoridades federales de Estados Unidos y México.

Ahora lo que sería saludable y consecuente es que se informe del resultado de las revisiones.

Email: jose@bgarza.com